lunes, 30 de abril de 2007

El Puma

Una de las especies más conocidas entre los félidos americanos es el PUMA. Tiene el pelo espeso, corto y suave, más rico en el vientre que en la parte superior del cuerpo. El color predominante es un bello amarillo rojizo, un tanto oscuro, que aún se oscurece más en el dorso; blanco rojizo en el vientre, se aclara hacia el pecho y en la cara interna de las patas, hasta convertirse en blanco en la región de la garganta, en la parte interna de las orejas y alrededor de la boca. Por encima y por debajo de los ojos aparecen dos pequeñas manchas blancas. Entre macho y hembra no existe diferencia alguna en el color del pelaje; en cambio sí la hay entre los adultos y los jóvenes, pues estos últimos tienen manchas oscuras y la cola con anillos amarillentos y negros alternados.
El área de dispersión de este félido es muy amplia: desde Canadá, a través de toda América del Norte y Central (excluyendo las Antillas) se extiende por América del Sur, hasta la Patagonia. En algunas de estas regiones el puma es abundantísimo, pero en otras puede considerarse casi extinguido.
Prefiere la selva a los terrenos abiertos, permaneciendo por lo general en las lindes de los bosques o también en las llanuras recubiertas de altísimas hierbas, donde emprende la mayor parte de sus cacerías. Si es perseguido por el hombre busca refugio en la espesura, escondiéndose con mucha habilidad entre los arbustos. Pasa la mayor parte del día durmiendo en los árboles, o entre los matorrales o las hierbas altas, y por la noche sale en busca de sus presas.
En sus movimientos el puma se muestra ágil y decidido; se dice que es capaz de dar saltos de hasta seis metros. Sus ojos son grandes y serenos y su mirada se halla totalmente exenta de ferocidad; ve mejor durante el crepúsculo y por la noche que a pleno día. Tiene el olfato débil, pero el oído agudísimo. Se muestra valiente tan sólo cuando la necesidad le obliga a ello; por eso huye siempre ante la presencia del hombre o del perro. Se dice que solamente ataca al hombre si ha sufrido hambre durante mucho tiempo.

miércoles, 11 de abril de 2007

El Gorila

Los GORILAS habitan, exclusivamente, las selvas ecuatoriales del África occidental. Son verdaderos animales de bosque, aunque tengan, en mayor grado que los restantes monos antropomorfos, hábitos terrícolas.
Existen dos tipos distintos de gorila: el GORILA DE LLANURA O DE COSTA (Gorilla gorilla gorilla) que vive en la parte occidental de la selva ecuatorial (Gabón, Congo occidental y Camerún) y el GORILA DE MONTAÑA (Gorilla gorilla beringei) que vive mucho más hacia el este, en las zonas montañosas y boscosas del Congo oriental y en los territorios limítrofes, sobre todo en la maravillosa región del lago Kivu y de los volcanes Virunga.
Es muy probable que en el pasado los gorilas habitaran en una única y gran área que se extendía desde el África occidental a la central. Pero tras profundos cambios ambientales, ligados a la desaparición de la selva, las dos poblaciones actuales se han ido progresivamente diferenciando en dos razas geográficas, que tienen costumbres y caracteres morfológicos propios, y que se hallan separadas entre sí por una distancia superior a mil kilómetros.
El gorila es comparable a un hombre robusto aunque sea algo más pequeño y mucho más cuadrado. en posición erecta tien, generalmente, una estatura que oscila entre 1,25 y 1,75 m, pero puede alcanzar los dos metros. La apertura de los brazos es de 2 a 2,75 m. La longitud y robustez de las extremidades delanteras y del tronco, el desproporcionado tamaño de las manos y de los pies, en los que los dedos medios están, en parte, unidos por una membrana, constituyen las características más destacadas del gorila.
La nariz, aplanada sobre todo hacia la mitad de su longitud, aparece muy ancha hacia los lados. también la boca es ancha hacia los lados. También la boca es ancha, provista de gruesos labios, más cortos y menos movibles que los de otros monos antropomorfos y más parecidos, por lo tanto, a los humanos. Las orejas son menores que las del chimpancé, pero mayores que las humanas, a las que, por otra parte, se parecen más que las de cualquier otra especie de mono. El cuello de por sí corto, solamente por los lados y de frente se distingue del tronco sobre el cual, en consecuencia, parece que la cabeza se apoye directamente.
El pelo liso, bastante largo y lanoso, deja totalmente descubierta la pare anterior del morro. También están desnudas las orejas, las manos y los pies, tanto en la parte lateral como en la inferior, hasta donde los dedos no se hallan unidos por la membrana. Las partes desnudas tienen una coloración gris: en las zonas pilosas la piel tiene un color castaño oscuro, mientras el pelo ofrece diverdos tonos; predomina el gris oscuro, avivado por pocos pelos rojizos y gris claro.

lunes, 2 de abril de 2007

El Bisonte Americano

El BISONTE AMERICANO es el mamífero terrestre de mayor tamaño de aquel continente. Las hembras son siempre más pequeñas que el macho. La cabeza de estos rumiantes es bastante más gruesa y tosca que la del bisonte europeo; su frente es más ancha, el tabique nasal más arqueado y las orejas más largas. El cuello, corto, alto y estrecho, sobresale hacia la cerviz, que es bastante prominente, formando luego una línea muy inclinada que desciende hasta la base de la cola, gruesa y corta; el cuerpo es muy ancho en la región torácica y se adelgaza hacia la parte posterior. Las patas son relativamente cortas y delgadas.
A diferencia del bisonte europeo, que prefería vivir en los bosques, el americano fue un animal típico de las grandes estepas conocidas con el nombre de praderas. Es probable que mucho tiempo atrás viviese también en los bosques, y que al irse restringiendo su área de dispersión acabase estableciéndose definitivamente en las praderas.
La época del celo de estos animales se presenta en los meses de agosto y setiembre: entonces todo el grupo da muestras de una gran inquietud; los macho luchan entre sí hasta que el vencido cede el puesto al vencedor. Las hembras dan a luz un becerro en cada parto, sólo raras veces dos; el parto se produce entre marzo y julio, y alguna vez incluso a principios de agosto. Unos días antes, la hembra se retira a un lugar bien resguardado, donde luego criará al becerro hasta que esté lo suficientemente robusto para poder agregarse al rebaño.
El bisonte aunque parezca tosco y pesado, se mueve con cierta ligereza y puede cubrir grandes distancias manteniendo constante la velocidad. No camina con el andar indolente del buey doméstico, sino que lo hace más bien con pasos firmes; trota de prisa y con zancada larga, y cuando galopa es tan veloz que incluso un buen caballo no consigue adelantarlo. Es, además, un excelente nadador, demostrando en el agua la misma fuerza y resistencia que caracteriza todas sus acciones.
En verano, la hierba jugosa de las praderas le ofrece comida suficiente y abundante, mientras que en los meses invernales ha de contentarse con un alimento más bien escaso, constituido por ramas y hojas secas, líquenes y musgos. Pero para este animal el agua es tan indispensable o más que la comida: en efecto, ya sea por la mañana o por la tarde, los bisontes han de beber en abundancia.
Antiguamente la carne del bisonte era muy apreciada y constituía el alimento fundamental de los pieles rojas. También los blancos solían utilizarla, mezclándola con grasa, para elaborar un alimento llamado "pemmican", que se consumía mucho en las expediciones polares.
Con la piel, los indios confeccionaban diversos tipos de vestimentas y cobertores de tiendas; se utilizaban incluso los huesos y tendones, y hasta los excrementos eran aprovechados como combustible.
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