miércoles, 23 de mayo de 2007

El Jabalí

El JABALÍ (Sus Scrofa) es un mamífero de tamaño mediano provisto de una cabeza alargada y puntiaguda, un cuello grueso, unas patas muy cortas y un cuerpo rechoncho de forma cilíndrica. La mala vista de este animal, está compensada con un importante desarrollo del olfato, el oído y el gusto.
El hocico es un órgano olfativo y táctil muy desarrollado. Su olfato, le permite detectar alimento o enemigos a más de 100 metros de distancia. Los caninos inferiores, curvados hacia atrás y de crecimiento contínuo, se afilan en contacto con los caninos superiores. A los dos años, los colmillos sobresalen de la boca del macho. A los cinco años, los colmillos se encorvan; a veces se rompe un canino superior y el colmillo correspondiente se encorva hasta penetrar en la piel.
Sus pelos gruesos y negros miden entre 10 y 13 cm en la cruz y unos 16 cm en la punta de la cola. El pelaje, en su conjunto, es de color grisáceo o rojizo, más gris en verano y más negro en invierno. Las patas y el contorno del hocico son negros. Este último carece de pelo y también es gris. Una crin que recorre el lomo a partir de la frente, se eriza en caso de cólera. El cambio de pelo tiene lugar hacia mayo o junio, aunque la hembra con crías muda más tarde. Durante el primer año de vida su pelambre se oscurece.
El jabalí no suda porque tiene las glándulas sudoríparas atrofiadas. Los baños de barro aseguran su regulación térmica. El jabalí es un animal monogástrico. Contrariamente a los rumiantes, como los antílopes , que poseen un estómago con cuatro cámaras, el jabalí tiene un estómago con dos cámaras.
La hembra es sexualmente madura entre los 8 y los 20 meses y pesa entonces 35 kg por lo menos. La madurez sexual del macho se produce a los 10 meses por término medio, momento en que el animal pesa 30 kg.
El jabalí se adapta a todo tipo de medios (bosque, maquia, matorrales, marismas o zonas de fuerte implantación agrícola) siempre que encuentre en ellos el agua necesaria para calmar su sed y tomar baños de barro. De día permanece en su guarida y sale al atardecer para recorrer su territorio durante parte de la noche. Tan pronto como se les presenta la ocasión, los jabalíes aprovechan los charcos para revolcarse en el barro. Estos bañiles, a veces utilizados por varios animales a la vez, son también importantes lugares de encuentro.

jueves, 10 de mayo de 2007

El Cuervo

El CUERVO (Corvus corax) es la especie más difundida de todas las que integran la familia de los córvidos. Se halla disperso en casi toda Europa y en gran parte de Asia, y es muy común en América del Norte, hasta México. En las regiones septentrionales de Siberia y Escandinavia, en las islas Feroe y en Islandia no son raros los cuervos con manchas blancas. Es sedentario en casi toda su área de dispersión. En la Península Ibérica, Baleares e incluso Canarias se conoce en todas las regiones y se han descrito varias subespecies.
En general, se establece en los montes, los extensos bosques de árboles altos y las costas marinas escarpadas, donde tiene la seguridad de que no será molestado. En Rusia y siberia no teme al hombre, hasta el punto de que penetra en los poblados, deambula por las calles e incluso nidifica en los campanarios. En las zonas mencionadas rara vez forma bandadas numerosas, y hasta resultan ya poco comunes grupos de más de seis individuos.
El cuervo vive casi siempre en parejas, incluso en invierno. Si por casualidad se encuentran dos parejas, vuelan juntas durante cierto tiempo. Tan sólo los ejemplares jóvenes viven aislados, puesto que esta especie es estrictamente monógama. Al contrario de lo que hace el resto de los córvidos, el cuervo nunca se congrega en bandadas con otras especies. Además, es de condición muy tímida y asustadiza. Si una persona se aproxima a su nido, abandona en el acto la puesta o los polluelos, para regresar luego con toda cautela.
Su vuelo es es muy elegante, rectilíneo o casi rectilíneo. Aletea a menudo y describe en el aire bellísimas vueltas, mientras mantiene la cola y las alas extendidas. sobrevuela los valles a gran altura, en tanto que en la montaña le agrada volar volar muy bajo, a ras del suelo. En éste, mantiene la parte anterior del cuerpo más alta que la posterior y baja la cabeza a cada paso, doblando el cuerpo a derecha e izquierda. Su plumaje es tan liso que el cuerpo parece fundido en una sola pieza: en efecto, las plumas de la cabeza y del cuello sólo se enderezan cuando el pájaro se halla en estado de gran excitación.
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